sábado, 2 de marzo de 2013

Inundación

La computadora ha quedado inservible. La humedad y el sodio han surtido efecto. Lo mismo ocurre con otros dispositivos, electrodomésticos y muebles. El celular empapado, el tostador chorreando y ni qué decir de la alfombra o el sofá. Todo arruinado por la inundación.
Por suerte decidí quedarme aquí. Imagina la terrible situación de estar en un cine o supermercado. Qué dirían los clientes al presenciar tan penosa situación. Cajas de cereal húmedas o bolsas de palomitas flotando por ahí. No. En este día donde los sentimientos se me desbordan sin poder contenerme, he tomado una decisión responsable. Hoy me quedo a llorar en casa.

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