jueves, 27 de junio de 2013

martes, 25 de junio de 2013

El ojo gigante.

El calor es incendiario pero no se detiene. Debe llegar al nido. La hormiga sigue adelante, mientras un intenso rayo de sol, amplificado por el lente convergente de una lupa, la acompaña en su camino. El insecto no arribará a su destino, el ojo gigante detrás del cristal se ha asegurado de ello.

 

jueves, 13 de junio de 2013

Salir a entrenar (Tragedia "deportivo-telenovelera" en 3 actos con sabor a Gatorade Ponche de Frutas)


degenerado, da.
(Del part. de degenerar).
1. adj. Dicho de una persona: De condición mental y moral anormal o depravada, acompañada por lo común de peculiares estigmas físicos. U. t. c. s.

PRIMER ACTO
—¡No más! ¡Se acabó!— Con paciencia la mujer inyecta el veneno en la botella de isotónico, mientras se ajusta la diminuta minifalda y desprende la fotografía del triatleta del refrigerador.
La infidelidad no le viene bien y esta noche ha decidido tomar cartas en el asunto, justo antes de salir a celebrar su "libertad" con la mejor de sus amigas.

SEGUNDO ACTO
—¡Es un maldito degenerado! ¡Eso es lo que es!— Balbucea con la voz entrecortada por las lágrimas. El alcohol se ha mezclado con el odio y juntos han surtido efecto. Su amiga, también ebria, burlona le responde, admirando la fotografía maltratada del esposo —Pero qué sabroso está tu marido ¿No?  ¡Eso de andar en bici con sus amigas le ha hecho "muy" bien!—
Tambaleándose, la mujer se levanta y con el vaso en alto grita —¡Mañana las pagarás todas malnacido! ¡Mañana! — Minutos después cae inconsciente, justo a un lado de la barra. Su amiga ríe sin control.

TERCER ACTO
Las 2 entran a empellones al departamento y al cruzar el umbral de la puerta de la cocina, la fiel amiga abre el refrigerador, toma la botella de Gatorade del marido y se la clava en la boca, en un intento por reanimar el cuerpo maltrecho de su compañera.  ¡Qué mala fortuna! El maldito degenerado aún no se levanta para salir a entrenar.

218.

Se encoge y permanece inmóvil, casi en posición fetal. No está dispuesto a seguir cooperando. Ignoro cómo ocurrió pero David, el personaje principal de mi nueva novela, se ha enterado que pienso matarlo justo al final de la página 218.

viernes, 7 de junio de 2013

Houdini.

- ¡Nunca la dejará! - Piensa la afligida asistente mientras intercambia la llave maestra por una casi idéntica. 
El acto transcurre como tantas veces lo han practicado. Con la sonrisa fingida prueba la solidez de las cadenas, le venda los ojos y lo conduce hasta la cima del enorme tanque. Justo allí ocurre la magia. A escondidas le entrega la llave y, de forma casi imperceptible, lo besa en la mejilla. Él se lanza al agua. 
- ¡Nunca dejará a su esposa! - Repite en su mente. No más. Está cansada de trucos y en los próximos 4 minutos, ella lo hará desaparecer de la faz de la tierra. 


jueves, 6 de junio de 2013

Polizón.

A Mario lo trajeron hace 2 días. Tinto en sangre y con el uniforme rasgado. Quedó claro, su plan para escapar no era “infalible”. -¡Yo no soy de aquí! Estoy a bordo por pura casualidad- Vociferaba entre lágrimas. 
Dicen que el Capellán lo vio justo a un lado de la cocina, agazapado entre las cajas de tunas, esperando el cambio de guardia con la mirada clavada en el muelle. 
Marcelo y Tomás se encargaron del resto y hoy está de nuevo aquí, entre nosotros, inmóvil. 
Yo creo que se ha muerto porque la piel se le mira gris y acerada. Los ojos lúgubres, la respiración ausente. 
Pobre Mario, quería conocer el mundo y no volverá a casa. Vivo o muerto se quedará a cumplir la sentencia que él mismo se propinó al tomar la decisión de subir, sin invitación alguna, a este barco con destino a las Islas Marías. 

El secreto (Día del Padre)


Padmé Amidala ríe con un gesto macabro, mientras se tambalea sobre la barra. De un solo movimiento, la depuesta reina de Naboo se engulle otro coctel. 70 años de aventuras han dejado huella. Nada queda de aquella soberana que todos creían muerta. Embriagada por la culpa, Amidala repite a gritos – ¡Ay si supieran! Si supieran de los sacrificios — Con lágrimas en los ojos insiste.— ¡Yo, la Monarca de Naboo, a mis 15 tuve que rebajarme por ustedes! ¡Ay! Si supieran de la noche que me entregué a él. ¿Y para qué? ¡Desagradecidos! —. 

Consternado, el encargado de la barra levanta a la mujer para acompañarla hasta el baño. La sombra de Padmé se pierde en la oscuridad de la gruta. 
El secreto está salvo. Nadie sabrá de la repugnante noche que pasó con Palpatine, el  flamante Canciller y próximo Emperador. Nadie sabrá que la libertad de la República es una broma del destino y que el padre de su “héroe” es otro muy diferente al que todos en la galaxia pensaban.

martes, 4 de junio de 2013

La brisa resultante (Relato de un Folioscopio nasal).

Mientras la mano derecha sostiene la contraportada, las páginas del libro se escapan rápidamente del pulgar siniestro. Una suerte de efecto cinematográfico ocurre frente a mis ojos y la brisa resultante de inmediato se aloja en el olfato. Fascinante. Hoy pude leer un libro con la nariz.