miércoles, 28 de noviembre de 2012

Nada

2 sapos, 1 pizca de pelo de mono y 8 lágrimas de serpiente. El caldero hierve mientras la Bruja espera a la luna para emitir el conjuro ¡Ya! Sólo 3 gotas son necesarias. Recita el hechizo y una a una las deja caer en su rostro ¡Puff, Puff, Puff! Se escucha y entonces... ¡Nada! ¡Absolutamente nada! Desconsolada, tendrá que salir a escondidas, encogiendo los hombros, como cada mañana directo al Salón de Belleza.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Chema

Don Chema golpea con fuerza el tronco mientras sonríe de satisfacción. El puesto está repleto de gente que admira el sabor de la especialidad de la casa: los tacos de carnitas. Feliz, el robusto hombre pica cebolla, nana, cuero y maciza. 4 de oreja por un lado, 6 de surtida por el otro y 10 campechanos con 2 cocas light aquí mero. Chema se enjuaga el sudor con las manos y sigue preparando alimentos. Después se rasca la ingle, se saca el calzón y, para rematar, se acomoda su sudorosa “hombría” mientras sigue cocinando. Los pedidos no cesan. La audiencia come fascinada. No saben que la sazón de la carne proviene de otro tipo de cerdo y sólo Don Chema “tiene” la receta secreta.Archivo:Taqueria Ciudad de México.JPG

domingo, 11 de noviembre de 2012

Amenaza

El altoparlante resuena alarmante ¡Señorita Nancy Velázquez! ¡Señorita Nancy Velázquez! Esta fue su última “oportunidad” para abordar el vuelo 611 de Aeromar a Lázaro Cárdenas por la puerta 75. Al fondo de la sala, una mujer corre hasta el umbral de la puerta pero ya nada puede hacer. El vuelo se ha ido. Pobre Nancy, la amenaza era cierta y su “oportunidad” se le ha ido volando.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Ha muerto

Es noche de brujas y el auto se queda a media calle. El cofre abierto. No hay humo pero igual no avanza. Afuera, el padre (visiblemente molesto) se asoma al motor, esperando alguna señal que permita resolver el desperfecto. Adentro, el hijo (de sólo 6 años y disfrazado de fantasma) estira la pierna mientras gira la llave cuando su padre le grita ¡Ya! No arranca pero no importa, la escena es perfecta, el auto se ha muerto y ni los vivos ni los difuntos podrán revivirlo, al menos por esta noche.