martes, 19 de agosto de 2008

¿Dónde estaba Juan Mauricio?


Hace un par de meses recordé las primeras planas que hablaban de aquellos “náufragos mexicanos” que permanecieron casi 9 meses en una lancha y que fueron rescatados cerca de Australia. Admito que desde entonces la noticia aún me parece inverosímil pues es evidente que restan muchas preguntas a responder sobre lo que realmente ocurrió. Será necesario esperar a que Hollywood disipe todas los cuestionamientos a la siempre veraz manera de Spielberg. 
Y es que la duda volvió a despertar producto de un asunto que probablemente sea tan fantástico e inverosímil como aquel de los “lancheros”, pero en este caso probablemente más fidedigno por la inmediata desestimación de los medios nacionales y la gran cobertura de los medios internacionales, especialmente europeos a quienes, debo admitir, les tengo mayor confianza.   El asunto funciona más o menos así:

Prefacio
El 14 de agosto de 1996 el periódico La Unión de Durango reportó el avistamiento de 2 grandes luces flotantes en la Sierra Gorda del Estado. La nota titulada “Avistan OVNI en la Sierra Gorda de Durango” pasó sin pena ni gloria.  
2 días después, las autoridades del Ayuntamiento de Amatitlán de Callejas, en el mismo Estado, emiten una alerta al Sistema Nacional de Seguridad Pública Federal sobre la desaparición del joven Juan Mauricio Aldana González.  Diversos periódicos de la entidad comentan las supuestos eventos que dieron pie a la desaparición del joven jornalero de 22 años.  Una serie de acontecimientos reportados por la madre del joven, la Sra. Ana María González Luébano quien dio parte a a las autoridades sobre el presunto rapto de su hijo por un “grupo de extranjeros” que lo tomaron por la fuerza la noche del 15 de agosto de 1996, en un cobertizo de su rancho en San Andrés de Amatitlán, una propiedad localizada a escasos 3 kilómetros de la cabecera municipal.  
A pesar de la alerta nacional y de un importante seguimiento en los medios estatales, Juan Mauricio no fue localizado.


El pasado 11 de junio de 2008, el noticiero matutino Deustche Wiesbaden, la primera emisión de noticias locales de Wiesbaden, la capital de estado de Bremen en Alemania, reportó el encuentro de la policía local con un hombre que caminaba desnudo justo a las orillas de un sendero a las afueras de la ciudad.  Andrew Vanya, el jefe de la policia, declaró que el hombre, posiblemente extranjero, lucía desorientado y desnutrido y su cuerpo presentaba múltiples abrasiones en piernas, gluteos y brazos.  Agregó también que luego de ser capturado, el hombre entró en estado de crisis nerviosa por lo fue trasladado a las instalaciones del Zentralkrakenhaus de Bremen para recibir atención médica apropiada.
2 días más tarde, el viernes 13 de junio, a través de la televisión estatal de Bremen, el hombre fue presentado por los medios como Juan, originario de México. Durante una entrevista con la televisora y asistido por una traductora proporcionada por el gobierno Alemán, el hombre de aproximadamente 35 años de edad, visiblemente conmovido, no pudo brindar su edad, ni su domicilio, pero sí aseguró, con lágrimas en los ojos, que había sido víctima de un secuestro y que sus captores eran de origen extraterrestre. 
En una entrevista histórica, el maduro y demacrado “Juan” relató con gran precisión, lo que para él fueron sólo “varios días” de cautiverio en un lugar donde, agregó, “sólo veía negro y bebía leche agria”.  “Juan” agregó también que durante su captura poseía una cámara en su teléfono celulñar y había podido fotografiar y videograbar a sus secuestradores. 
Al ser cuestionado al respecto de sus raptores, totalmente agitado, el sujeto sólo pudo decir que eran hombres pequeños, de grandes brazos, piel blanca y grandes ojos y que no hablaban por la boca “sino por el espíritu”.
Médicos de la institución confirmaron que, a pesar de su aparente buena salud, Juan Mauricio presentaba quemaduras severas en extremidades, boca y lengua y que su conteo de glóbulos rojos era muy inferior al normal debido a lo que parecía ser producto de diversas “sangrías dérmicas”. 
Luego de la entrevista, autoridades del Gobierno Alemán, a través de la cancillería de Bremen, se pusieron en contacto con la embajada de México en Berlín para verificar la identidad del sujeto. En un comunicado oficial, la oficina de cancillería Mexicana, representada por Mildred Vela, confirmó a través de fotografías la identidad del sujeto. Se trataba de Juan Mauricio Aldana González, quien había sido reportado como desaparecido 12 años antes de la localidad de San Andrés, Municipio de Amatitlán de Callejas, México. 
El ahora maduro Aldana relató, en diversas entrevistas posteriores con los medios alemanes, soviéticos y franceses, que su captura fue repentina y que sólo recuerda haber sido golpeado por un “arma brillante”.
Para sorpresa del mundo los vídeos de su entrevista a la televisora alemana, así como de entrevistas posteriores, tienen importante presencia en YouTube, así como otros sitios y agencias de renombrada importancia periodística como ABN y Newscomm.  
A pesar del reclamo de amigos y familiares, el Mexicano ha comentado antes los medios sus deseo de permanecer en Alemania para evitar el acoso de los medios y esperar, al igual que los lancheros nacionales, a que alguien le ofrezca un jugoso contrato para una cinta o “ya de perdida” un libro.

Yo por mi parte, admito mi asombro y duda.  A la manera del más puro “agenda setting” el registro visual del hombre en internet y la esperada develación de una serie de “videos exclusivos” que, supuestamente Aldana grabó con su teléfono celular me tiene en “ascuas”. Ni hablar, esta vez esperaré firmemente a que alguien me rescate de este tonto cuento que mantiene a la deriva. Mientras tanto me “comeré algunos patos” y permaneceré en silencio preguntándome: ¿dónde estaba Juan Mauricio?

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