Primero creí que era una broma. Después el entusiasmo y el morbo me invadieron. En mi buzón web un nuevo mensaje. Sobre el título del correo electrónico aparecía solitaria e incendiaria la palabra “Bomba”.
¿Acaso un grupo fundamentalista se atrevía a venderme explosivos a través de la red? ¿Por fin podría hacer volar lo que se me viniera en gana?
Desde niño siempre he querido tener una bomba y esta era mi oportunidad. Basta de cuetones, palomas, buscapiés o cañones. Esta es la hora de mandar a volar la pirotecnia mexicana y tomarlo en serio. ¡Kaboom! resonaba en mi mente.
Como todas las decepciones que surgen del spam, el correo resultó ser un fiasco. Bombas para Agua Ayala ponía a la venta sus mejores productos a través de mi mail detonando, de un solo, mis más puros sueños infantiles. La mecha de mi imaginación se encendió en un instante, pero nunca alcanzó la reacción explosiva. La mentada “bomba” solo resultó ser pura pólvora mojada.
¿Acaso un grupo fundamentalista se atrevía a venderme explosivos a través de la red? ¿Por fin podría hacer volar lo que se me viniera en gana?
Desde niño siempre he querido tener una bomba y esta era mi oportunidad. Basta de cuetones, palomas, buscapiés o cañones. Esta es la hora de mandar a volar la pirotecnia mexicana y tomarlo en serio. ¡Kaboom! resonaba en mi mente.
Como todas las decepciones que surgen del spam, el correo resultó ser un fiasco. Bombas para Agua Ayala ponía a la venta sus mejores productos a través de mi mail detonando, de un solo, mis más puros sueños infantiles. La mecha de mi imaginación se encendió en un instante, pero nunca alcanzó la reacción explosiva. La mentada “bomba” solo resultó ser pura pólvora mojada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario