lunes, 4 de marzo de 2013

Desenfreno

Después de casi 3 horas, por fin recuperan el auto. Cayó casi 12 metros, justo a un lado del mirador.
El ejército de paramédicos se alista para atender a las víctimas. Qué extraño. No hay nadie, tan solo un labial y un tetrabrik con jugo de mango pero ningún tripulante. Tal vez fueron robados y desaparecidos, piensan algunos.
En la sala, mientras tanto, Pepe convence a sus padres con un par de mentiras. Carmen, su novia, sonríe. Aquella noche, entre besos y caricias encima de cofre, Pepe olvidó poner el freno de mano.

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