Lentamente, la película se disuelve en mis ojos. Sus ingredientes entran al torrente sanguíneo y de ahí al sistema nervioso. El corazón se exalta. Está haciendo efecto.
Soy adicto, lo acepto. Una dosis de cine nunca es suficiente.
Soy adicto, lo acepto. Una dosis de cine nunca es suficiente.