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jueves, 30 de marzo de 2023

Dos tercios del Tate Modern (Anécdota medrosa sobre exorcismos fotográficos)

Era una foto horrenda. Maldita. En formato espectacular ocupaba dos tercios de la enorme pared blanca en el sótano del Tate Modern en Londres. 

La imagen palpitaba. La escena exudaba oscuridad y miedo. Terror puro en 24 mm. No, no es lo peor que he visto pero si es probablemente lo más perturbador que he presenciado. 

En blanco y negro la escena demoniaca, la posesión, el cuerpo contrahecho y giboso, los ojos en blanco, las pieles negras, los vestidos de algodón blanco, el vómito, los feligreses aullando, la sangre, el padre rendido y la iglesia en llamas. Una cámara infernal en la tierra capturada por un lente y exhibida para la posteridad. Un vestigio de lo oculto. Prueba viva o muerta. No sé. Prueba inerte de un báratro abominable. Prueba inmóvil de qué existe lo que no queremos ni deseamos que exista. 

El deseo por conectar cada uno de las partes de un contexto, es una práctica humana débil, pero igualmente práctica y efectiva. No sé si aquel

Encuentro con la fotografía tenga algo que ver. No recuerdo al autor. No olvido, sin embargo, que ese mismo día en circunstancias incomprensibles perdí la vista y aquella imagen se quedó en mi psique para siempre.

Era una foto horrenda. Maldita. En formato espectacular ocupaba dos tercios de la enorme pared blanca en el sótano del Tate Modern en Londres. 


domingo, 14 de abril de 2013

Defecto (Crónica de un secuestro o de una vida con la tapa pegada a la contra portada)

La navaja filosa pasa rozando pero no corta la piel. Después, al igual que los otros, lo envuelven, lo tiran en una caja y lo suben a un camión.
Años más tarde sigue esperando a ser rescatado. No sabe que, aunque alguien lo saque del estante, seguirá siendo un libro ilegible, preso por siempre por un defecto de fabricación.

jueves, 24 de enero de 2013

Oídos ciegos

“Un día empecé a escuchar colores en mis sueños”
Neil Harbisson

Prefacio

Hoy conocí a un hombre que sufre Acromatopsia cerebral. Un raro síndrome que le impide percibir los colores. Neil Harbisson (el hombre en cuestión) observa el mundo en blanco y negro. 
A pesar de su padecimiento, Neil desarrolló un ojo electrónico que transforma el espectro de luz en notas musicales ¿El resultado? “Sonocromatismos”, una combinación de sonidos que, según él, le permiten “escuchar” los colores. No conforme, ahora el hombre presume su increíble capacidad de “ver” radiaciones infrarrojas y ultravioletas. El mundo, mientras tanto, observa fascinado y a todo color al sujeto que nunca podrá “escuchar” la emoción que vive intrínseca en los colores. 

Neil Harbisson avanza por la avenida. Frente a él, una rubia de piernas espigadas se ajusta el pequeñísimo vestido rojo y las medias de red. “Do”, “Sol” y “Re” se escuchan por el audífono de su Eyeborg. Neil continúa de frente, como si nada. Pobre tipo, a pesar de su novedosa utopía tecnológica, sus oídos son ciegos.







CYBORG FOUNDATION | Rafel Duran Torrent from Focus Forward Films on Vimeo.