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jueves, 30 de marzo de 2023

Tan poco soy (Ironías)


Basta tan solo una mentira para poner en duda todas las verdades.

H. G. Wells. 


En la intimidad del cuarto de baño me miro al espejo. Ahí permanece, despojado y en absoluta soledad, un cepillo de pelo (a pesar de que soy calvo). 

Sí, soy el etíope más ordinario, el más estándar de todos, enjuto y enceño pero (irónicamente) anoréxico. 

Irónicamente no sé si soy «blanco» de burlas o lástima: nací y crecí siendo zurdo pero perdí justo esa mano, en el 2015, durante la guerra. No hay duda, soy manco.  

En la intimidad del cuarto de baño me miro al espejo. El cepillo llora y yo con él. Ahí permanecemos los dos, despojados y en absoluta soledad.

jueves, 28 de abril de 2016

Apnea (Cuento simil)

1-
Un úrsido entra en la cueva. Se acurruca justo en medio del túnel y duerme. La caverna ruge.

2-
Mientras la noche envejece, el oso duerme en silencio, entre la glotis y la nariz, bloqueando el paso del aire. El alma se asfixia y una hermosa mujer ronca sin remedio.


martes, 29 de abril de 2014

Ironía (Dolor de cabeza)

El cuerpo etéreo de la joven aún permanece ahí, tumbado en la camilla. La madre llora inconsolable a su lado, mientras el padre se enjuaga el sudor del rostro aún desencajado. “Inconsciente pero fuera de peligro” determinan los médicos. 
Qué ironía, su fallido intento de suicido con un frasco de aspirinas, sólo resultó en un intolerable dolor de cabeza para sus padres.

lunes, 5 de agosto de 2013

sábado, 20 de julio de 2013

Entrometida.

Suena el timbre. ¿Quién es? ¡Váyase! ¡Déjeme tranquilo! A pesar de mis súplicas, la soledad cruza el umbral de la puerta. La entrometida ha decidido hacerme compañía esta noche. 


lunes, 20 de mayo de 2013

Ciega

La fiesta enmudece al cantar el número ganador. – ¡411! – Grita el Director de Recursos Humanos. –¿Alguien tiene el numero 411? – Repite en voz alta.
Ana aprieta el puño y sonríe nerviosa, con la mirada perdida en la gran carpa de lona. ¡Qué ironía! En su mano derecha tiene el boleto elegido para llevarse a casa una flamante pantalla Full HD de 90 pulgadas. Ana no lo sabe, pero hoy se ha llevado el premio mayor y de nada le serviría reclamarlo.