Mostrando las entradas con la etiqueta abandono. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta abandono. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de junio de 2023

Hambre (Relato inapetente sobre una tercia de platos y un plato más)


«No hay amor más sincero que el amor a la comida» 
George Bernard Shaw

Hace un mes se llevó sus tres platos, aunque en realidad eran cuatro. Entiendo que eran valiosos o algo así. 
Lo cierto es que luego de extraerlos consigo, ocurrió en mí un fenómeno desconcertante.  
El primer plato se llevó mi entremés. El segundo la sopa. El tercero, como es de esperarse, el plato fuerte y el cuarto (ese que no contaba) el postre.
Si los platos tenían algún valor para ella, para mí lo tenían de una manera muy distinta. Parece que simbolizaban, de manera fisiológica, el más puro y genuino acto de convivencia familiar. Ese momento que hace de una casa un hogar. El simple y humano acto de comer.
Con su extracción se fue entonces mi apetito. Se me acabó el hambre. Perdí el interés por nutrirme y dejé de comer.
Ni entremés, ni sopa. Ni plato fuerte o postre.
Se llevó sus tres platos (que en realidad eran cuatro) y al salir por la puerta se llevó también consigo mi apetito por vivir. Se me quitó el hambre de ser feliz.

martes, 26 de febrero de 2013

Una noche fría

En un acto tan imprudente como dulce, un indigente cruza la mano por la reja de una casa claramente abandonada e intenta acariciar a un enorme perro guardián. El Pastor Alemán lo observa cauteloso, se acerca y de inmediato baja la cabeza, cierra los ojos y se deja arrullar por las manos percudidas del extraño.
Quién sabe, tal vez ya son conocidos. Quizá los 2 tienen miedo o realmente están locos por encontrarse, como amantes, en la obscuridad.
Yo prefiero pensar que, en una noche fría como esta, simplemente los 2 no quieren estar solos.

sábado, 26 de enero de 2013